martes, 19 de julio de 2011

El hombre perfecto (I)

Llevo ya un rato despierto. Aunque hoy tenga el día libre, nada impide que mi reloj biológico me despierte a la misma hora que todos los días lo hace mi despertador. Me gusta no tener que ir a trabajar. Remoloneo antes de levantarme, mientras lo contemplo. Al otro lado de la cama, él sigue durmiendo, ajeno a los ojos que lo observan, ajeno al tiempo que avanza. Su respiración monótona y superficial rompe el silencio de la habitación. Unos mechones de pelo negro caen por su frente perlada de sudor. Su barba ya no es una barba de dos días, seguramente hoy se afeitará. Sonrío al pensar en mis poderes adivinatorios. Duerme con el pecho al descubierto, que se alza y desciende al compás de su respiración. Él siempre ha sido mucho más caluroso que yo, que, aun en verano, necesito una manta para hacer desaparecer los escalofríos nocturnos.

Se enciende el despertador y suena un programa radiofónico. No se inmuta. Me sorprende la gente que consigue que un despertador pierda la función para la que ha sido creado. Dejo que la voz del presentador hable durante cinco minutos más y me dispongo a apagarlo. Como si leyese mi mente, mientras alargo mi brazo para detener la radio, abre los ojos y me sujeta. Sonríe antes de abrir los ojos, me da los buenos días y nos besamos. Se sienta en la cama para ponerse sus zapatillas mientras me dice que no apague la radio porque la canción que están poniendo le recuerda a mí. En realidad se que solo lo dice para que no la apague. Se levanta, corre las cortinas y sube la persiana haciendo que entre la luz en la habitación y creando, desde mi punto de vista, la silueta de un adonis en ropa interior a contraluz.
Observo los movimientos que lo llevan al baño. El sonido de la ducha hace que decida levantarme. Subo el volumen de la radio, busco una camiseta que ponerme y me dirijo a la cocina para preparar el desayuno. Me encanta tener tiempo para desayunar. Cuando entra en la cocina está listo para un largo día de trabajo. Disfrutamos de un café, zumo y un par de tostadas en silencio. Seguramente piensa en el proyecto que debe presentar en un par de horas. Yo pienso en la suerte que he tenido al conocerlo. Se da cuenta de que lo miro y me dedica una sonrisa lampiña. Me pregunta qué opino del atuendo escogido para la preentación y ahora soy yo el que sonríe, pues el traje que lleva se lo regalé yo.
Aprovecho para ducharme mientras él termina de prepararse para salir a la calle. Salgo de la ducha cuando él termina de cepillarse los dientes. Dice que llega tarde. Me besa y me desea un buen día. Me quedo de pie, paralizado por ese beso y veo como coge su maletín. Cuando está a punto de salir del dormitorio reacciono y le deseo suerte en la presentación. Él se gira y, guiñando un ojo, me dice que siempre ha sido un chico afortunado.

Escucho la puerta cerrarse y después la campanilla del ascensor, que hace terminar mi ensimismamiento. Me dispongo a lavarme los dientes cuando descubro un mensaje escrito en el vaho del espejo. Te quiero.

5 comentarios:

  1. y esto es solo la primera parte? ahora estaria bien la misma escena pero vista desde un punto de vista mas cotidiano, como la version de dentro de 1 año... :D en plan:

    "llevo ya un rato despierto. en mitad de la noche me ha quitado la manta y el frio no me ha dejado dormir. he intentado recuperar mi parte de manta pero el muy jodio la agarraba con todas sus fuerzas, y encima no he podido despertarle porque tiene el sueño profundo. suena el despertador y por fin se despierta, al fin consigo mi manta. tengo el dia libre, asi que me quedare en cama durmiendo ahora que se va a trabajar. No puede ser, ¿no se le ocurre abrir la persiana de par en par? paso de decirle nada, me levantare un rato y ya me tirare luego en el sofa viendo el programa de ana rosa. se va a duchar mientras yo preparo el desayuno. no se le puede dirigir la palabra hasta que acabe, nunca le gusto que le hablaran antes de desayunar, dice que no es persona. mientras recoge sus cosas para marcharse voy a ducharme... no me ha dejado agua caliente! cuando acabo de ducharme, congelado, escucho a lo lejos "me vooooy, no me esperes para comer, que hoy tendre mucho trabajo" "

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  2. con lo de "mas cotidiano" quiero decir que creo que habitualmente la gente no vive su dia a dia de una forma tan romantica... sera que me estoy volviendo un poco "tojo" XD

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  3. con tu texto y el mio demostramos que lo que en un principio nos enamora son los defectos de las personas, que al principio consideramos encantadores jajaja

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  4. Yo también quiero uno así, pero creo que ya no se fabrican de tan buena calidad ;)

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  5. ¡¡qué bonito!! he llegado aquí por casualidad... y me quedo sin dudarlo!!
    A veces lo normal, puede ser extraordinario. Un beso enorme!!!
    Nuria.

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