lunes, 26 de octubre de 2009

TIC TAC

El viernes por la noche el tiempo no acompañaba así que vimos unas pelis en casa. al terminar nos despedimos y nos acostamos. Me acosté y noté que me faltaba algo. La habitación estaba en demasiado silencio. A pesar de la hora que era, me levanté y coloqué una pila nueva en mi reloj de pared. Carmen sabía que me gustaban los relojes que hacen ruido y por eso me lo regaló. Me gusta acostarme y dormirme contando al ritmo del segundero.
O pensar. No hay mejor momento para pensar que al acostarse. Tumbado en cama, mientras te quedas dormido, uno no puede evitar pensar en lo que ha hecho, o no, durante el día, planes de futuro, conflictos personales... También rondan nuestra mente fantasías con la esperanza de que ese pensamiento se prolongue en nuestros sueños...
Me gusta pensar. Ya me lo dijo Leire un día: "Piensas demasiado". Tenía razón. Podría pensar simplemente "tengo que ir a comprar el pan", pero en mi mente varias escenas de lo que podría pasar yendo a comprar el pan toman forma. Una luna naranja es producto del cambio climático y comienzo del apocalipsis de la humanidad. Las ratas de un laboratorio se transforman en clones humanos utilizados para experimentación médica.
Como dijo Descartes, "Pienso, luego existo". Y quizá por eso me guste tanto pensar, porque me hace sentir vivo, sentir que soy alguien. Espero poder seguir pensando por mucho tiempo.

jueves, 22 de octubre de 2009

En brazos de Morfeo

No soy una persona a la que le guste perder el tiempo. Las horas de un día no me llegan para hacer todo lo que quisiera, aunque se trate de tonterías. Siempre tengo algo entre manos, y si no, el mero hecho de buscar algo que hacer ya me mantiene ocupado. Hace algunos años, si alguien me preguntaba si me gustaba dormir o comer yo respondía que no, porque me parecía perder mucho tiempo que podía dedicar a otras cosas. Hoy en día dormir es una de las cosas que más me gusta. Pero no creais que soy de los que se queda en cama hasta las 2 de la tarde, sigo siendo igual de activo que hace unos años así que duermo mis 6-8 horas nocturnas y, como cualquier español que se precie, me echo mi siestecilla después de comer.
¿Por qué acabó gustándome el hecho de dormir? Como ya dije, me gusta tener siempre algo entre manos y he conseguido sacarle partido incluso al hecho de dormir, gracias a los sueños. Cuando estaba en el colegio me di cuenta que no es tan normal como yo creía que la gente tuviese sueños y se acordase al despertarse. En mi caso era algo frecuente, así que empecé a interesarme por el tema. Después de investigar un poco me enteré que llevar un diario de sueños es lo primero y más importante cuando alguien quiere jugar con sus sueños. Y a ello me puse. No tenía lo que se podría llamar un diario, sino hojas sueltas que, con los ojos hinchados de un recién levantado, encontraba en mi habitación. De haber descubierto alguien aquellas hojas no podría descifrar lo que ponía, pues la mayor parte de las veces eran palabras que solo tenían sentido en mi cabeza.
No se si fue gracias a escribirlo todo, pero empecé a recordar diariamente mis sueños. Después de eso todo fue mucho más fácil. Empecé a contar, a todo aquel que quisiese escuchar, mi último sueño. Entonces llegaron los sueños lúcidos, en los que uno se da cuenta que está soñando y puede hacer lo que le venga en gana. A estas alturas dormir se había convertido en un verdadero placer para mi. ¿Quién no lo disfruría? Me he convertido en un onironauta, quizá no en un experto, pero sí en un amateur que disfruta explorando.
Quizá por curiosidad alguien se pregunte qué clase de sueños tengo. Mentiría si dijese que recuerdo todos y cada uno de mis experiencias, sin embargo hay dos sueños que se repiten casi diariamente. En uno de ellos tengo poderes, telequinesis generalmente (habilidad me mover objetos con la mente) pero también el poder volar (que no lo controlo demasiado bien todavía, despegar es sencillo, mantenerse en el aire no tanto). Lo más curioso es que la telequinesis no la puedo usar a mi antojo, algo curioso en un sueño que supuestamente uno controla. Solo puedo usarla para ayudar a los demás y nunca en beneficio personal, aunq si para defenderme (seguramente influencia de 8 temporadas de embrujadas).
El otro que se repite con frecuencia empieza como cualquier sueño, en algún lugar, en algún momento, eso da igual. Sin motivo aparente soy consciente de estar dormido y me aburro. Y como siempre dije, "si te aburres practica el onanismo". Pero, ¿por qué masturbarse si tengo el mundo a mi disposición? El resto os lo podeis imaginar. Esto me hace pensar que mi subsconsciente quiere que sea una persona que no soy en realidad. Sin duda, los mejores sueños lúcidos que he tenido han sido en los que se han juntado estos dos de los que he hablado. Es genial poder hacer que alguien sea más alto o más bajito, más ancho o más estrecho, rubio o moreno, de pelo largo o pelo corto...

Para terminar tengo que decir que tener poderes o follar lo que no follo en realidad no son los únicos motivos por los que me encanta soñar. Y ahora toca ponerme sentimental. No se cómo explicar lo que tengo en la cabeza. No me he enamorado nunca pero cuando veo al chico sin cara en mis sueños siento algo que nunca he sentido antes. Quizá algun diá pueda decir que lo que soñaba si que era igual que estar enamorado. Al menos yo espero que así sea.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Noob bloggero

Registrarme en páginas de internet siempre me ha parecido muy entretenido. Fotolog, facebook, tuenti, paginas de contactos... Colgar mi información personal o mis fotografías me hace pensar, al menos durante unos minutos, en quién soy y qué estoy haciendo de mi vida.
Y ahora escribiendo me pregunto a mi mismo quién soy y no se qué poner. Siempre pasa lo mismo, creemos saber quiénes somos pero cuando alguien nos pregunta nos quedamos en blanco y esperamos que algún amigo responda por nosotros. Igual que cuando alguien nos pregunta en el msn: "qué te cuentas?" y, aunque minutos antes te hayas enterado de que ganaste la primitiva y que aprobaste todos los exámenes que arrastraste a septiembre, lo único que se nos ocurre responder en ese momento es: "no se... qué te cuentas tu?".
Podría decir unos cuantos adjetivos sobre mi mismo pero quizá la gente no estaría de acuerdo. Prefiero que la gente me conozca por las cosas que hago, por mis opiniones, por lo que digo. Por eso escribiré e intentaré que este blog no caiga en el olvido.